La Facultad de Educación desarrolló con éxito el proyecto piloto Aula Taller del eje de flexibilización curricular, una innovadora iniciativa conjunta entre los programas de Licenciatura en Química y Educación Infantil. Este proyecto, presentado en el campus universitario, busca fomentar el pensamiento científico desde edades tempranas para fortalecer las competencias científicas de los niños y enriquecer la formación de los futuros docentes.
La directora del Programa de Licenciatura en Química, Claudia Jaramillo Guerrero, explicó que la iniciativa tiene como objetivo principal integrar las ciencias naturales en la educación infantil. “Los resultados son excelentes”, señaló Jaramillo, quien destacó la colaboración efectiva entre los programas de Química y Educación Infantil a pesar de los diferentes objetivos de enseñanza iniciales. “Al final lograron integrarse y se consiguieron resultados importantes porque comparten experiencias y realizan un proyecto que vincula a los dos programas a través de las ciencias naturales”.
En el Aula Taller, los niños de preescolar ya pueden explicar conceptos como qué es un imán o identificar tipos de coloides, aplicando los conceptos científicos de manera práctica y significativa. Esta iniciativa resalta que la enseñanza de la química no debe limitarse a los últimos grados de bachillerato, sino que puede iniciarse desde la infancia.
Laura Sofía Realpe Ojeda, estudiante de quinto semestre de Licenciatura en Química, considera esta experiencia como muy enriquecedora. “Nos ayuda a ver más allá de lo que normalmente podemos experimentar, nos enseñan a ver las ciencias de manera transversal y a no subestimar a los niños”, afirmó Realpe. Ella destaca que el proyecto le permitió involucrarse más y desarrollar su propio estilo de enseñanza y adaptarse a los estilos de aprendizaje de los niños.
Por su parte, Daniela Gómez Valencia, estudiante de séptimo semestre de Licenciatura en Educación Infantil, valoró el impacto del Aula Taller en su formación profesional. “Nos ha llevado a tener nuevas experiencias de planeación e intervención, permitiéndonos aprender cosas nuevas y desarrollar nuestras habilidades”, comentó Gómez.
Finalmente, Jhon Jairo Martínez y Marily Bastidas, padres de una de las niñas participantes del Aula Taller, consideran que esta experiencia es enriquecedora tanto para los niños como para los futuros docentes. En relación con los cambios observados en su hija, Martínez señaló: “Ella se inspiró, aprendió una canción, creó maquetas y realizó actividades que no pensábamos que podía hacer”. Marily Bastidas expresó su agradecimiento, destacando que “este espacio nos reúne como familia y nos permite ver las capacidades de nuestros hijos y apoyarlos en lo que ellos desean”.
El proyecto piloto Aula Taller ha demostrado ser un éxito, y en septiembre se llevará a cabo la ruta científica y pedagógica donde se presentarán todos los productos generados a partir del proyecto, enfocándose en los tres ejes: flexibilización curricular, experimentación en el aula e investigación escolar.